Es posible que los ciudadanos de los Estados Unidos, Australia, Canadá y Japón ya no necesiten visas de visitante para viajar a Brasil. En un intento por aumentar los ingresos asignados por los turistas extranjeros a $ 18 mil millones, Brasil espera eliminar los requisitos de visa para países ricos como EE. UU., Canadá, Australia y Japón.
Brasil tiene una política de visas única, que aplica la reciprocidad de visas a todos los países del mundo, incluso en términos de tarifas de visa.
Los EE. UU., Australia, Canadá y Japón son los únicos países elegibles para solicitar una visa electrónica a Brasil con fines turísticos o de negocios. Esta visa electrónica les permite permanecer en Brasil por un máximo de 90 días por año. El sistema de visa electrónica se introdujo en diciembre de 2017.
A pesar del método simplificado para obtener una visa, los solicitantes deben pagar tanto como un brasileño debe pagar para obtener una visa de turista para su país. En el caso de los estadounidenses, la visa de visitante estadounidense más económica es de $44; por lo tanto, los estadounidenses deben pagar la misma tarifa para visitar Brasil.
Ahora, el país quiere abolir el régimen de visas para estos cuatro países ricos, en un intento de atraer a más visitantes estadounidenses, canadienses, australianos y japoneses.
“Estos países tienen bajo riesgo de inmigración, son buenos para los turistas, buenos para gastar y no tienen problemas consulares. Nuestro objetivo es hacer crecer el turismo y con ello generar empleos e ingresos para Brasil”, dijo a los medios el Ministro de Turismo de Brasil, Marcelo Álvaro Antonio.
Por otro lado, el canciller brasileño, Ernesto Araujo, ha argumentado que tal cosa debería ocurrir solo si los cuatro países aplican la reciprocidad.
Sin embargo, el gobierno del nuevo presidente brasileño, Jair Messias Bolsonaro, ha incluido el apalancamiento del turismo en su lista de prioridades. Bolsonaro también se ha declarado “amigo” de Estados Unidos y admirador del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en un intento por crear mejores relaciones con los Estados Unidos. Como resultado, Brasil puede abolir el régimen de visas para EE. UU. y los otros tres países, sin exigir reciprocidad a cambio.